sábado, 19 de junio de 2010

Barras bravas: la historia sin fin

Los Hooligans son una de las barras bravas más temibles en el ámbito futbolero, debido a su triste mentalidad de enfrentarse violentamente contra sus rivales sin importar las consecuencias, utilizando el espectáculo como excusa para descargar su ira y siendo capaces de matar por sus ideales.

Pero la violencia en el fútbol no sólo se hace notar en Inglaterra, sino que se puede ver en todo el mundo y su existencia es de larga data. Las barras bravas pueden apreciarse en la mayoría de los países y fueron responsables de trágicos hechos de violencia a lo largo de la historia, basando sus actitudes de vandalismo en el odio hacia el rival y el amor propio (que pasa a convertirse en locura) por su equipo.

El racismo y la discriminación son factores determinantes a la hora de generar violencia. Los negros, los judíos y los árabes son, entre otros, insultados durante los encuentros; uno de los tantos hechos detonantes a la hora de provocar los enfrentamientos.

A lo largo de la historia las barras bravas crecieron notablemente y se expandieron en todos los continentes. Sin embargo, la violencia, generada por el fanatismo descontrolado de los hinchas, forma parte del espectáculo del fútbol durante mucho tiempo.

El fenómeno de las barras bravas surge a partir de los años 70’ en los estadios del Reino Unido donde los fanáticos convirtieron este juego en rivalidad a muerte contra los adversarios. El surgimiento de este problema podría ser secuela de una sociedad industrializada que forma o deforma a los hinchas. Luego el crecimiento fue notorio, comenzando su expansión por toda Europa y siguiendo por América, primero en Argentina y Brasil, para finalmente abarcar todo el continente.

Lamentablemente estos violentos hinchas, que utilizan como pretexto el fútbol para descargar su odio, se reproducen de manera preocupante y parece ser que la sociedad está condenada a sufrir hechos de violencia que se lleven consigo más muertes.