El
entrenador vuelve a Avellaneda tras 18 años con la enorme responsabilidad de
escaparle al descenso en el peor momento en la historia del club. Anteriormente
tuvo un exitoso paso por el Rojo y pone en un juego su prestigio en un momento
clave.
Idas
y vueltas. Reuniones. Dudas. Versiones. El lunes Miguel Ángel Brindisi en
primera instancia había declinado la propuesta para dirigir Independiente, pero
un último encuentro cerca de la madrugada hizo cambiar el rumbo de su decisión.
El presidente Javier Cantero le manifestó al entrenador el aprecio para con el
de los referentes del plantel y finalmente logró cambiar su parecer para que
sea el sucesor de Américo Gallego. Anteriormente fueron varios los que dijeron
que no, pasando por Enzo Trossero, Julio Falcioni, Jorge Fossati y Ricardo
Zielinski.

Pero
su llegada tuvo un lado oscuro y polémico. Pese a que Brindisi lo negó, la
reunión determinante habría sido en la casa de Guillermo Marconi, el titular
del Sindicato de Árbitros de la República Argentina, mientras que su cambio
drástico de decisión sería consecuencia de un llamado telefónico del presidente
de la Asociación del Fútbol Argentino Julio Grondona. “No me llamó Grondona, no
sé de dónde salió eso, hace un montón que no hablo con él. Me llamó gente
vinculada con Independiente, pero no hablé con Grondona”, manifestó al respecto
el técnico. Al respecto, el presidente de Quilmes Aníbal Fernández no se quedó
atrás y fue duro con Marconi: "Guarda con pensar que en Quilmes todos
son pelotudos. No me gusta hablar de los árbitros, pero esta situación no
me gusta. No cuestiono ni recuso a los árbitros. Si creyera eso, estaríamos
hechos mierda. Pero me da bronca que personajes como Marconi, que es hincha de
Independiente, se metan en estas definiciones y le busque técnico".
En
su anterior paso por la institución el ahora entrenador del Rojo logró tres
títulos: Clausura y Supercopa del 94 y Recopa en el 95, obteniendo una
efectividad del 58 % con un total de 26 triunfos, 22 empates y 16 derrotas. Luego
se iría tras superar a Cerro de Montevideo por la zona de grupos de la Copa
Libertadores el 20 de abril de 1995. Por otro lado, el último equipo que
dirigió fue a Huracán, del cual se fue tras perder 2 a 0 contra River el 20 de febrero del 2011 por la segunda
fecha del torneo doméstico.
La
idea de Brindisi sería apelar a los hombre de experiencia para salir de este
mal momento y darle un poco de oxigeno al Rojo. Y cuenta con viejos conocidos
para intentarlo, ya que dirigió a Daniel Montenegro dos años en Huracán y a Claudio Morel
Rodríguez y Fabián Vargas en Boca en el 2004. Luego más allá de lo futbolístico
deberá transmitirles a sus jugadores la tranquilidad y confianza para afrontar
los encuentros en momentos de dramatismo, ya que cada fecha que pase la presión
irá aumentando. Su primera práctica fue el pasado miércoles por la mañana en
Villa Domínico y allí comenzó a darle forma a su idea de juego junto a Carlos
Squeo (ayudante de campo), Rubén López (preparador físico) y Nazareno Brindisi
(colaborador). La intención es la de recuperar a Ernesto Farías en el once
titular, acompañarlo con otro punta y jugar con Montenegro un poco más
retrasado.
“Hay
que dar una mano. Necesitamos del apoyo de todos en este momento de
desesperación. Hay que acercarse y estar todos juntos, esto no es sólo de uno.
El apoyo de todos será bienvenido. Como dice el refrán, los hombres pasamos. La
institución está en un momento difícil y se necesita absolutamente de todos,
hasta de las figuras más grandes que tuvo. Me tocó ver a Independiente ante
Unión, y cómo alentaron, llenaron el estadio. Después vi cómo quedaron cuando
llegó el empate. Entonces, todos unidos tenemos que dar nuestro apoyo”, sostuvo
el entrenador.
6569
días tuvieron que pasar para que Brindisi regresara a Independiente y no es
casualidad que sea justo en este momento tan especial. A priori un hombre de
experiencia y muy querido por el club parece ser el indicado para apagar el
incendio en Avellaneda. Pero no será fácil. El desafío empieza el próximo fin
de semana en Rafaela y no hay tiempo que perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario