El equipo de Martino se consagró en el Torneo Final 2013 a falta de una
fecha tras consumarse la derrota de Lanús ante Estudiantes. El plantel recibió
la noticia en Chaco, en la previa a su sorpresiva derrota ante Talleres de
Córdoba por la Copa Argentina.
No es un campeón más. Hay campeones que no brillan, que cumplen pero que
no generan melancolía futbolera al recordarlos. Y están los otros, aquellos que
cuentan con unanimidad en los veredictos y un respeto generalizado. Newell’s
cuadra perfecto en esta última clasificación: buen juego y trato del balón,
búsqueda del arco rival, compromiso y fuego
sagrado. Todo obra de un titiritero
de la casa; Gerardo Martino volvió con el objetivo de dejar al club en Primera,
y terminó obteniendo un título con holgura y logrando el pase a semifinales de
la Copa Libertadores.
El trabajo a conciencia, combinado con algunos gestos de grandeza, da
sus frutos y así son varias las claves a través de las cuales se puede definir
a este campeón. El mérito inicial de Martino fue transmitir un estilo y una
idea de juego a sus dirigidos, sacándole el máximo a un plantel corto como para
pelear a varios frentes. Además del entrenador, fueron determinantes las
vueltas de referentes experimentados con ganas de sumar y dejar su marca. Es el
caso de Maximiliano Rodríguez, Gabriel Heinze y Lucas Bernardi, lideres dentro
y fuera de la cancha. Y todo gran equipo tiene que tener un crack que marque la
diferencia: Ignacio Scocco es tal vez el mejor futbolista del último año a
nivel nacional. Marcó once tantos hasta ahora en el torneo y tuvo un
rendimiento superlativo.
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Para el inicio de la temporada, Newell’s estaba en la misma situación
que Independiente, con serios riesgos de perder la categoría. Las diferencias
entre ambos procesos están a la vista. Mucho que ver en este presente también
tiene el presidente de la institución Guillermo Lorente, quien encaminó una
suerte de refundación desde que llegó a fines del 2008, dejando de lado la
devastadora, mafiosa y corrupta gestión de Eduardo López, quien manejaba a
placer el club desde 1994.
El festejo llegó minutos antes de salir a jugar con Talleres por la Copa
Argentina, en lo que sería derrota por 1 a 0. Martino contó sus sensaciones:
“No vi a Lanús. Bajé y estaban los jugadores gritando y saltando adelante del
televisor, donde dimos la charla. Compartir eso fue un momento de inmensa
felicidad. Me costaba ver el partido, no pensé que me iba a pasar. Y tampoco me
podía enfocar en Talleres. No pretendemos ubicarnos en ningún lugar ni que nos
miren de alguna manera, sólo nos dimos un gran gusto entre todos". Además
agregó: "Jugamos como nos gustaba jugar y además ganamos, así que la hemos
pasado muy bien. Cuando termine todo voy a caer. Ahora es muy difícil hablar de
sentimientos, de dónde estamos, de qué hicimos, me cuesta el análisis frío. Lo
disfruto, pero todavía no puedo analizarlo. Lo quiero compartir con toda la
gente que nos ha acompañado”.
El fútbol en Rosario sonríe, con grandes momentos para los dos clubes
más importantes de la ciudad. Coincide la consagración de Newell’s en Primera
con el campeonato y ascenso a la máxima categoría de Central. Ahora se verán
las caras nuevamente en uno de los clásicos más atractivos del fútbol
argentino. Los del Parque Independencia están dando el ejemplo y marcando el
camino. Muchos clubes deberán imitarlo, en especial los denominados “grandes”
que, con River e Independiente a la cabeza, vienen equivocando el rumbo.
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