En el teatro callejero, muchos artistas trabajan a la gorra en lugares al aire libre con tal de brindar un buen espectáculo a su público para ganarse la vida. Y a la hora de disfrutar de este tipo de alternativa, Plaza Francia es sin duda una de las mejores opciones para elegir.
Todos los sábados, domingos y feriados, la enorme plaza ubicada en el barrio porteño de Recoleta se viste de gala para recibir a los visitantes, que en gran porcentaje son turistas. Cientos de puestos de artesanos rodeados de un bello paisaje que le da el contraste perfecto, componen una de las ferias más grandes y visitadas de Buenos Aires.

Pero allí, en las cercanías de las avenidas Pueyrredón y Del Libertador, también encontraremos otras formas de gastar el dinero, o al menos unas monedas, en la cantidad de shows de artistas callejeros que rodean el lugar, dándole un marco ideal para pasar el día.
Allí veremos desde músicos solistas, bandas, percusionistas y magos, hasta espectáculos de humildes actores, que sin el prestigio ni la popularidad de otros, hacen todo a pulmón con el objetivo de que al final de cada presentación la gorra quede lo más pesada posible.
Uno de estos grupos de artistas que podremos encontrar en el lugar es el “Cirko Marisko”, que son de los más reconocidos en “el palo” de la calle. Sus integrantes Martín Kong, Emiliano Sanders, Boro Elfavali y Lucas Blackfleack, manejan el escenario (en este caso el césped prolijamente cortado) con mucha gracia y creatividad, teniendo como principal objetivo dejar conforme a la gente que los rodea, principalmente en base al humor y a la especulación.
El espectáculo se basa en la actuación e improvisación de diferentes situaciones, malabares y baile, utilizando la expresión corporal y las voces como un elemento fundamental. Todo esto es complementado con instrumentos musicales y sonidos.
También encontraremos otro tipo de artistas, como lo son la rama de las “estatuas vivientes”. Uno de los más populares y creativos es Jorge Arias, que con su personaje “el dador de la suerte” entretiene al público cuando se le deposita una moneda.
Desde “el robot de hojalata bailarín” hasta “los viajantes”, con su obra de títeres para adultos, se puede apreciar las variantes que manejan los artistas trabajando a la gorra.
Los payasos también tienen su lugar. Sobretodo el que se encuentra en la esquina de las calles Vicente López y Junín, que acapara la atención de la gente mediante la improvisación de situaciones cómicas al interactuar con los autos y la gente que pasa por allí.
En definitiva, hay gente que vive del arte callejero y tal vez es bueno dejar de lado por un rato lo comercial, para conocer estos espectáculos que no se quedan atrás.
Todos los sábados, domingos y feriados, la enorme plaza ubicada en el barrio porteño de Recoleta se viste de gala para recibir a los visitantes, que en gran porcentaje son turistas. Cientos de puestos de artesanos rodeados de un bello paisaje que le da el contraste perfecto, componen una de las ferias más grandes y visitadas de Buenos Aires.

Pero allí, en las cercanías de las avenidas Pueyrredón y Del Libertador, también encontraremos otras formas de gastar el dinero, o al menos unas monedas, en la cantidad de shows de artistas callejeros que rodean el lugar, dándole un marco ideal para pasar el día.
Allí veremos desde músicos solistas, bandas, percusionistas y magos, hasta espectáculos de humildes actores, que sin el prestigio ni la popularidad de otros, hacen todo a pulmón con el objetivo de que al final de cada presentación la gorra quede lo más pesada posible.
Uno de estos grupos de artistas que podremos encontrar en el lugar es el “Cirko Marisko”, que son de los más reconocidos en “el palo” de la calle. Sus integrantes Martín Kong, Emiliano Sanders, Boro Elfavali y Lucas Blackfleack, manejan el escenario (en este caso el césped prolijamente cortado) con mucha gracia y creatividad, teniendo como principal objetivo dejar conforme a la gente que los rodea, principalmente en base al humor y a la especulación.
El espectáculo se basa en la actuación e improvisación de diferentes situaciones, malabares y baile, utilizando la expresión corporal y las voces como un elemento fundamental. Todo esto es complementado con instrumentos musicales y sonidos.
También encontraremos otro tipo de artistas, como lo son la rama de las “estatuas vivientes”. Uno de los más populares y creativos es Jorge Arias, que con su personaje “el dador de la suerte” entretiene al público cuando se le deposita una moneda.
Desde “el robot de hojalata bailarín” hasta “los viajantes”, con su obra de títeres para adultos, se puede apreciar las variantes que manejan los artistas trabajando a la gorra.
Los payasos también tienen su lugar. Sobretodo el que se encuentra en la esquina de las calles Vicente López y Junín, que acapara la atención de la gente mediante la improvisación de situaciones cómicas al interactuar con los autos y la gente que pasa por allí.
En definitiva, hay gente que vive del arte callejero y tal vez es bueno dejar de lado por un rato lo comercial, para conocer estos espectáculos que no se quedan atrás.
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