Boca Juniors le ganó por 3 a 0 al Cúcuta de Colombia, y accedió nuevamente a la final de la Copa Libertadores de América, donde jugará con Gremio de Brasil.
El encuentro correspondía a la vuelta, ya que en la ida Boca había caído por 3 a 1, pero con los goles de Riquelme, Palermo y Battaglia pudo dar vuelta la serie, redondeando un final de 4 a 3 a su favor y accediendo a la definición del certamen.
La niebla dijo presente de entrada y obligó a que el encuentro se demorara 45 minutos, pero esto no afectaría el trámite de un partido que sería electrizante.
El primer tiempo fue más que entretenido. Boca salió a buscar con todo de entrada, mientras que Cúcuta esperaba demasiado atrás y salía de contra. A los seis minutos el arquero Zapata se lució y evitó el gol en tres oportunidades en la misma jugada, a Riquelme, Palacio y Palermo, en una situación donde finalmente la pelota impactó en el travesaño, un verdadero milagro.
Tres minutos más tarde, Palacio desperdició otra chance clara en un mano a mano frente al portero colombiano, que se lució nuevamente. La visita respondería con uno de sus puntos fuertes en la única clara que tuvo en el primer tiempo, la pelota parada. Bustos remató a los 30 un tiro libre que Caranta vio impactar en el travesaño. Seguían 0 a 0.
Boca bombardeó el área visitante de centros en base a la gran cantidad de tiros de esquina que dispuso, pero no conseguía abrir el marcador. Hasta que finalmente a los 43 Riquelme le pagaría con la misma moneda a la visita. El volante estampó un preciso tiro libre en el ángulo para poner el 1 a 0 y hacer delirar a la multitud “Xeneize” que copó La Bombonera, para que el equipo argentino se fuera al descanso en ventaja.
En la segunda etapa Boca fue un alubión. Salio decidido en busca de su pasaje a la final, y de entrada nomás desperdició cuatro situaciones, con un remate de Ibarra, dos de Palacio, uno clarísimo en el área chica, y un cabezazo de Palermo.

Luego el partido se suspendió unos minutos por la niebla, pero en el retorno los “Xeneizes” siguieron de la misma forma, y Cardozo convirtió un gol que fue bien anulado por posición adelantada de Palemo, que intentó intervenir inhabilitado.
Pero poco tiempo más tarde, el mismo “Loco” goleador puso el 2 a 0 que le daba el pase al club de la Ribera. Euforia y alegría en el estadio que se caía abajo.
El juego boquense se basaba en la circulación de la pelota por los pies principalmente de su creador Riquelme, y también en la solidez defensiva que se sostenía sobre todo en Morel Rodríguez, que jugó un gran partido, aunque luego saldría lesionado a poco del final.
Después todo siguió siendo de Boca, que no aflojó, y el gol de Battaglia de cabeza a los 38 sirvió para decorar el resultado, aunque la historia no estaba terminada, ya que Cúcuta con un gol llevaba el partido a los penales.
Y esa chance llegó sobre la hora, la única clara para la visita en el complemento. Caranta le tapó estupendamente un mano a mano a Pajoy, a tiempo que los colombianos reclamaban un penal que no existió.
El equipo argentino jugó un gran partido y no dejó respirar a su rival, que se refugió demasiado atrás y cuando se acordó de salir ya era tarde.
Boca sigue demostrando su mísitica copera y accede otra vez a una final de la Copa Libertadores, la competencia más importante a nivel clubes de América. Ahora se verá las caras con el Gremio de Brasil, que viene de eliminar con lo justo al Santos del mismo país. Se viene un duelo sudamericano para alquilar balcones.
El encuentro correspondía a la vuelta, ya que en la ida Boca había caído por 3 a 1, pero con los goles de Riquelme, Palermo y Battaglia pudo dar vuelta la serie, redondeando un final de 4 a 3 a su favor y accediendo a la definición del certamen.
La niebla dijo presente de entrada y obligó a que el encuentro se demorara 45 minutos, pero esto no afectaría el trámite de un partido que sería electrizante.
El primer tiempo fue más que entretenido. Boca salió a buscar con todo de entrada, mientras que Cúcuta esperaba demasiado atrás y salía de contra. A los seis minutos el arquero Zapata se lució y evitó el gol en tres oportunidades en la misma jugada, a Riquelme, Palacio y Palermo, en una situación donde finalmente la pelota impactó en el travesaño, un verdadero milagro.
Tres minutos más tarde, Palacio desperdició otra chance clara en un mano a mano frente al portero colombiano, que se lució nuevamente. La visita respondería con uno de sus puntos fuertes en la única clara que tuvo en el primer tiempo, la pelota parada. Bustos remató a los 30 un tiro libre que Caranta vio impactar en el travesaño. Seguían 0 a 0.
Boca bombardeó el área visitante de centros en base a la gran cantidad de tiros de esquina que dispuso, pero no conseguía abrir el marcador. Hasta que finalmente a los 43 Riquelme le pagaría con la misma moneda a la visita. El volante estampó un preciso tiro libre en el ángulo para poner el 1 a 0 y hacer delirar a la multitud “Xeneize” que copó La Bombonera, para que el equipo argentino se fuera al descanso en ventaja.
En la segunda etapa Boca fue un alubión. Salio decidido en busca de su pasaje a la final, y de entrada nomás desperdició cuatro situaciones, con un remate de Ibarra, dos de Palacio, uno clarísimo en el área chica, y un cabezazo de Palermo.

Luego el partido se suspendió unos minutos por la niebla, pero en el retorno los “Xeneizes” siguieron de la misma forma, y Cardozo convirtió un gol que fue bien anulado por posición adelantada de Palemo, que intentó intervenir inhabilitado.
Pero poco tiempo más tarde, el mismo “Loco” goleador puso el 2 a 0 que le daba el pase al club de la Ribera. Euforia y alegría en el estadio que se caía abajo.
El juego boquense se basaba en la circulación de la pelota por los pies principalmente de su creador Riquelme, y también en la solidez defensiva que se sostenía sobre todo en Morel Rodríguez, que jugó un gran partido, aunque luego saldría lesionado a poco del final.
Después todo siguió siendo de Boca, que no aflojó, y el gol de Battaglia de cabeza a los 38 sirvió para decorar el resultado, aunque la historia no estaba terminada, ya que Cúcuta con un gol llevaba el partido a los penales.
Y esa chance llegó sobre la hora, la única clara para la visita en el complemento. Caranta le tapó estupendamente un mano a mano a Pajoy, a tiempo que los colombianos reclamaban un penal que no existió.
El equipo argentino jugó un gran partido y no dejó respirar a su rival, que se refugió demasiado atrás y cuando se acordó de salir ya era tarde.
Boca sigue demostrando su mísitica copera y accede otra vez a una final de la Copa Libertadores, la competencia más importante a nivel clubes de América. Ahora se verá las caras con el Gremio de Brasil, que viene de eliminar con lo justo al Santos del mismo país. Se viene un duelo sudamericano para alquilar balcones.
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