
Los mismos fueron repartidos por los propios simpatizantes y pedían en su mayoría las renuncias del presidente José María Aguilar y del técnico Daniel Passarella, mientras que otros decían “somos hinchas de verdad”.
Ya son moneda corriente las quejas riverplatenses por la sequía de títulos en los últimos tiempos y los malos rendimientos del plantel, y el último partido del campeonato no podía ser la excepción.
Además, sabiendo el fanatismo y la rivalidad que el fútbol genera, el buen presente de su histórico rival Boca Juniors , que tiene otra vez media Copa Libertadores en el bolsillo, seguramente sea otro factor que acentúa la bronca.
Lo que también genera impotencia en el mundo River es la consagración de San Lorenzo en el Clausura, con muchos jugadores identificados con el club “Millonario”, y s

La victoria no calmó los ánimos en Núñez y las aguas están más turbulentas que nunca. Pese a los constantes pedidos de su renuncia, Passarella piensa seguir en el cargo. Lo seguro es que si River no logra ganar algo el próximo semestre, la situación se profundizará aún más y seguramente varios deban abandonar la institución.
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