miércoles, 3 de octubre de 2007

El Torneo Clausura promete una definición apasionante y reñida

Buenas noticias para todos los amantes del fútbol. El Torneo Clausura se puso al rojo vivo, y son varios los equipos que pelean para quedarse con tan añorada competencia.

Pese a al tropezón que sufrió el líder San Lorenzo ante Vélez, los dirigidos por Ramón Díaz la sacaron barata. El único de sus inmediatos perseguidores que ganó fue el último campeón, Estudiantes de La Plata , que quedó a tan sólo tres unidades luego de su victoria ante Nueva Chicago en Mataderos.

Boca no pudo con Argentinos Juniors en su visita a La Paternal, y tuvo que conformarse con un punto en un encuentro plagado de goles; mientras que River desperdició otra vez una oportunidad única de acercarse a lo más alto tras su empate en el Monumental ante Independiente .

De todas formas, los puntos que separan a los cuatro equipos que pelean arriba no son muchos. Por eso se avecina un desenlace de campeonato que promete ser apasionante y luchado, que puede quedar para cualquiera.

Los de Boedo parecen ser los que mejor perfilados están, pese a haber perdido su último partido. Pero “El Pincha” se muestra cada vez más sólido y no le pierde pisada; parece ser que sus jugadores no perdieron el hambre de gloria y sueñan con lograr el bicampeonato.

Boca también quedó a tres puntos del “Ciclón”, pero a diferencia de los demás candidatos, aún se mantiene en la Copa Libertadores, lo que implica mayor desgaste físico en sus futbolistas, algo que a la larga le puede costar caro.

Pero dicen que nunca hay que dar por muerto a un grande. Y es el caso de River, que pese a los malos resultados tampoco está tan lejos. La próxima fecha se las verá cara a cara con el puntero en el Nuevo Gasómetro, que lo recibirá nada menos que con el técnico más ganador de la historia del conjunto de la banda en el banco . De ganar podrían prenderse a lucha por el título, lo mismo que hubiese sucedido de haber logrado una victoria en sus últimos dos encuentros, ante Colón e Independiente.

La mesa está servida. Ahora sólo queda relajarse y disfrutar de la apasionante definición del fútbol argentino; aunque la gloria, por más que le duela a muchos, va a ser sólo para uno. Hagan sus apuestas y que gane el mejor.

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