Esta vez no había niebla en el cielo de la Bombonera, pero el frío era protagonista. El estadio estaba colmado y Boca salió decidido a hacerle sentir el rigor a su rival, y al principio mantuvo al Gremio contra su arco.
Pero a partir de los 10 minutos el equipo brasileño emparejó las acciones, le quitó el dominio del balón a los locales y empezó a complicar al “Xeneize”: primero lo tuvo Tuta tras un córner, pero salvó Caranta, y después Tcheco desvió su remate por arriba luego de un rebote, en una muy clara para la visita.
Gremio presionaba y era inteligente para jugar, mientras que Boca no marcaba ni anticipaba con claridad. Pero a los 18 y en el peor momento de los argentinos llegaría el gol.
La jugada fue polémica y muy protestada por los brasileños. Riquelme envió un centro pasado que cayó en los pies de Palermo, quien le pegó mordido hacia atrás para que Palacio la empuje sólo al fondo de la red. El tema es que el 9 de Boca estaba medio metro adelantado, algo que no advirtió el juez de línea. Delirio en la Bombonera, Boca se ponía 1 a 0 arriba, y parecía tener la suerte de su lado.
A los 30 Palacio remató por arriba del travesaño en una de las pocas que tuvo Boca en esa primera mitad, y a los 34 un cabezazo de Tuta se fue desviado y no inquietó a Caranta, en un encuentro donde los arqueros no tenían mucho protagonismo.
Riquelme estaba muy marcado y no participaba tanto en el juego. Por eso Boca se apoyaba en los buenos rendimientos de Palacio, que complicaba con su velocidad, Ledesma e Ibarra. Por su parte, Palermo se tenía que tirar atrás para escaparles a los defensores centrales.
El trámite del partido era parejo y carecía de fútbol vistoso, ya que los espacios eran pocos y ambos planteles se preocupaban más por los avances rivales que por su juego mismo. A Gremio le faltaba el toque final, sus delanteros estaban indecisos a la hora de definir, pero se mostraba como un equipo duro, con mucha altura que hacía difícil ganarle de arriba; no parecían brasileños. Así se fueron al descanso.
Pero en el complemento la historia sería otra y el partido se tornaría mucho más entretenido. Boca salió rapidamente a ampliar la diferencia, y de movida tuvo tres situaciones claras para marcar. A los 5 Palacio lo perdió sólo de manera increíble ya que Teco salvó sobre la línea. Luego el delantero desperdico otra chance tras un centro de Riquelme, e inmediantamente Saja tapó un fortísimo remate de Cardozo.
El gol estaba al caer y el equipo argentino era más. Todo empezaría a tomar forma con la expulsión de Sandro por una torpe patada sobre el rostro de Banega. De ahí en adelante todo fue de Boca que mostró sus garras y sacó a relucir su mística copera.
Y aparecería la figura de lo “Xeneizes”, en lo que sería su último partido en la Bombonera. Riquelme vino para ganar la Copa y parece que lo va a conseguir, un líder nato. Con otro tiro libre preciso hizo delirar al pueblo boquense y estampó el 2 a 0 a los 28 minutos.
Gremio se refugiaba atrás y salía de contra, y en una de esa corajeadas casi llega al descuento a los 42 luego de un remate de Lucas, en donde Caranta dio un peligroso rebote.
Pero casi sobre la hora la alegría sería total. Riquelme seguía jugando un muy buen segundo tiempo, y tras una gran jugada del 10 donde desparramó rivales, remató y tapó Saja, llegaría el centro de ese rebote para que Ledesma pusiera la cabeza y el alma ante la salida del arquero argentino. La pelota entró pidiendo permiso en una jugada confusa, pero lo cierto es que Boca estaba 3 a 0 y el estadio se caía abajo, con la gente que no paraba de alentar.
El próximo miércoles se verán nuevamente las caras en Brasil, y los locales deberán esperar un milagro para dar vuelta la serie. Boca otra vez acaricia la Copa Libertadores y busca su sexta consagración para ser nuevamente el mejor de América.
Pero a partir de los 10 minutos el equipo brasileño emparejó las acciones, le quitó el dominio del balón a los locales y empezó a complicar al “Xeneize”: primero lo tuvo Tuta tras un córner, pero salvó Caranta, y después Tcheco desvió su remate por arriba luego de un rebote, en una muy clara para la visita.
Gremio presionaba y era inteligente para jugar, mientras que Boca no marcaba ni anticipaba con claridad. Pero a los 18 y en el peor momento de los argentinos llegaría el gol.
La jugada fue polémica y muy protestada por los brasileños. Riquelme envió un centro pasado que cayó en los pies de Palermo, quien le pegó mordido hacia atrás para que Palacio la empuje sólo al fondo de la red. El tema es que el 9 de Boca estaba medio metro adelantado, algo que no advirtió el juez de línea. Delirio en la Bombonera, Boca se ponía 1 a 0 arriba, y parecía tener la suerte de su lado.
A los 30 Palacio remató por arriba del travesaño en una de las pocas que tuvo Boca en esa primera mitad, y a los 34 un cabezazo de Tuta se fue desviado y no inquietó a Caranta, en un encuentro donde los arqueros no tenían mucho protagonismo.
Riquelme estaba muy marcado y no participaba tanto en el juego. Por eso Boca se apoyaba en los buenos rendimientos de Palacio, que complicaba con su velocidad, Ledesma e Ibarra. Por su parte, Palermo se tenía que tirar atrás para escaparles a los defensores centrales.
El trámite del partido era parejo y carecía de fútbol vistoso, ya que los espacios eran pocos y ambos planteles se preocupaban más por los avances rivales que por su juego mismo. A Gremio le faltaba el toque final, sus delanteros estaban indecisos a la hora de definir, pero se mostraba como un equipo duro, con mucha altura que hacía difícil ganarle de arriba; no parecían brasileños. Así se fueron al descanso.
Pero en el complemento la historia sería otra y el partido se tornaría mucho más entretenido. Boca salió rapidamente a ampliar la diferencia, y de movida tuvo tres situaciones claras para marcar. A los 5 Palacio lo perdió sólo de manera increíble ya que Teco salvó sobre la línea. Luego el delantero desperdico otra chance tras un centro de Riquelme, e inmediantamente Saja tapó un fortísimo remate de Cardozo.
El gol estaba al caer y el equipo argentino era más. Todo empezaría a tomar forma con la expulsión de Sandro por una torpe patada sobre el rostro de Banega. De ahí en adelante todo fue de Boca que mostró sus garras y sacó a relucir su mística copera.
Y aparecería la figura de lo “Xeneizes”, en lo que sería su último partido en la Bombonera. Riquelme vino para ganar la Copa y parece que lo va a conseguir, un líder nato. Con otro tiro libre preciso hizo delirar al pueblo boquense y estampó el 2 a 0 a los 28 minutos.
Gremio se refugiaba atrás y salía de contra, y en una de esa corajeadas casi llega al descuento a los 42 luego de un remate de Lucas, en donde Caranta dio un peligroso rebote.
Pero casi sobre la hora la alegría sería total. Riquelme seguía jugando un muy buen segundo tiempo, y tras una gran jugada del 10 donde desparramó rivales, remató y tapó Saja, llegaría el centro de ese rebote para que Ledesma pusiera la cabeza y el alma ante la salida del arquero argentino. La pelota entró pidiendo permiso en una jugada confusa, pero lo cierto es que Boca estaba 3 a 0 y el estadio se caía abajo, con la gente que no paraba de alentar.
El próximo miércoles se verán nuevamente las caras en Brasil, y los locales deberán esperar un milagro para dar vuelta la serie. Boca otra vez acaricia la Copa Libertadores y busca su sexta consagración para ser nuevamente el mejor de América.
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