
Está claro que el fútbol es un deporte de contacto, y se han dado situaciones similares a esta en más de una oportunidad, por más raro que parezca.
Uno de los besos más recordados fue el famoso “piquito” que se dieron Diego Maradona y Claudio Caniggia jugando en Boca Juniors. De los más sutiles que encontraremos, nada para asustarse.
Pero también los hubo pasionales, como el que le dio sin titubear Stoichkov al frío Koeman; y habituales, de rutina, como el de Blanc a Barthez en la pelada, deseándole suerte en el Mundial de Francia 1998.
El de Kluivert a Guardiola en las épocas doradas del Barcelonade España fue más bien cariñoso, de esos que son inevitables. En el otro grande de ese país, el Real Madrid, también anduvieron a los besos. A diferencia del anterior, pareciera que fue de compromiso el que le dio Figo a Raúl.
Los portugueses, uruguayos y argentinos tienen fama ser los más dados a este tipo de situaciones. Pero en definitiva, algunos dicen que un beso no se le niega a nadie, y se los puede encontrar hasta en el fútbol, un deporte que no siempre es tan varonil como parece.
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