
No hay dudas que, de poder contar con todos los talentos, a la larga estaríamos hablando de un campeonato más competitivo y entretenido, por el calibre de aquellos cracks que eligieron seguir su carrera en otros clubes que les pueden ofrecer, principalmente, mayor sostén económico.
Aunque todavía tiene chances de retornar al fútbol local, el abanderado en las grandes perdidas se llama Juan Román Riquelme, cuyo pase pertenece al Villarrea lde España, donde no es tenido en cuenta. El volante exige económicamente más de lo que un club argentino le puede dar, por eso a Boca le cuesta y mucho retenerlo.
La transferencia más reciente, y que no deja de sorprender por la rapidez en su realización, es la de Maximiliano Moralez, quien fuera figura de la selección Sub 20 en el mundial de la categoría en Canadá. La joven promesa de Racing pasó al FC Moscúde Rusia en siete millones de dólares, una cifra alta para el mercado local pero no tanto para el europeo.
El arquero Sergio Romero es otro que también se fue de la “Academia”, y antes de empezado el certamen. Quien defendiera los tres palos en el Mundial juvenil ganado por la Argentina, no tuvo siquiera posibilidades de mostrarse en el fútbol local y se fue al AZ Alkmaar de Holanda.
Siguiendo con los arqueros, también emigraron Juan Pablo Carrizo (de River a la Lazio de Italia) y Oscar Ustari (de Independiente al Getafe español). Por eso los tres que son prioridad para defender el arco en la cabeza de Alfio Basile para la mayor, ya se nos fueron de las manos mucho antes de lo deseado.
Mauro Zárate, Ezequiel Lavezzi, Angel Di María, Mariano Pavone y Sebastián Leto también “cruzaron el charco”. Todos jugadores con mucho futuro que se extrañan y decidieron priorizar otros aspectos además de los futbolísticos para asegurarse la tranquilidad en el largo camino que les espera, algo totalmente respetable por más que nos duela.
Algunos más experimentados, pero que de todas formas no abundan por sus grandes condiciones, son Daniel Díaz, Ernesto Farías, Cristian Ledesma, Lucas Castromán y Gonzalo Bergessio, otros de los que eligieron probar nuevos horizontes.
Para colmo, como contraste no hubo rutilantes incorporaciones en los equipos, que cuidaron sus finanzas y apostaron a una política austera en lo que a contrataciones se refiere. El club que más "ruido" hizo en el mercado de compras fue San Lorenzo , con los regresos de Bernardo Romeo y Daniel Bilos, mientras que Newell's repatrió a Rolando Schiavi.
Aunque de lastima no poder mantener a los cracks para armar una liga más fuerte a nivel mundial, al menos es alentador y parece ser una garantía la renovación constante y el surgimiento de figuras en nuestro país, de esas que cualquier equipo quiere tener. Ahora a levantar la bandera afuera.
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