sábado, 20 de octubre de 2007

Los árbitros del fútbol argentino, otra vez en el ojo de la tormenta

Lamentablemente en este torneo Apertura los arbitrajes polémicos son moneda corriente y terminan siendo determinantes en los encuentros. Esta fecha 11 no fue la excepción y también estuvo plagada de situaciones conflictivas.

Pablo Lunati y Saul Laverni quedaron en el ojo de la tormenta por sus cuestionadas actuaciones en los duelos entre River – Rosario Central y San Lorenzo - Argentinos Juniors respectivamente.
Lunati llevaba sin contratiempos el partido en el Monumental hasta que otorgó seis minutos de descuento por los parates que hubo, entre ellos un choque de cabezas entre Augusto Fernández y Damián Díaz.

A los tres minutos del descuento Ronald Raldes puso el 3-2para Central y el entrenador Carlos Ischia intentó hacer el cambio de Azconzabal por Arsuaga, pero Lunati lo rechazó, porque según dijo “no lo vio”.

Supuestamente Lunati habría considerado que desde el banco de Central querían ganar tiempo. La reacción de los suplentes Hernán Castellano y Gonzalo Belloso fue respondida por el referí con sus expulsiones.

Iban cinco minutos de descuento y Lunati, por la demora que se produjo en el incidente, hizo la seña de tres minutos más.

Justo cuando se cumplía la segunda adición un cabezazo espectacular y milagroso de Radamel Falcao puso la igualdad en tres.

Tras el empate, el árbitro hizo jugar casi tres minutos más, once en total. Al pitazo final le siguieron los reproches de jugadores centralistas, entre otros Belloso y Castellano que volvieron al campo cuando lo tenían impedido al haber sido expulsados.

En un reportaje reciente, Lunati había calificado de "vigilantes" a los jugadores que se quejaban de arbitrajes y aseguró que no hacen autocrítica y los acusó de no tener "códigos".

Laverni, en tanto, dio un penal inexistente que le permitió a San Lorenzo ganar el partido sobre Argentinos.

El árbitro vio penal del juvenil arquero Juan Ignacio Carrera sobre Juan Carlos Menseguez y cobró. Consultó al línea, quien no habría considerado falta del arquero, pero se mantuvo en sus trece pese a los reproches de los jugadores de Argentinos, y Osmar Ferreyra convirtió en gol.

Hinchas desorbitados de los visitantes rompieron un alambrado frente a las narices de una decena de policías, aunque no llegaron a ocupar el campo de juego.

Anteriormente Laverni no fue designado para la novena fecha por no haber visto un penal a favor de Independiente ante San Martín de San Juan y en su vuelta, en la décima convalidó un gol con la mano de Matías Giménez, de Tigre, en la goleada sobre River 4-1.

Juan Pablo Pompei y el asistente Juan Carlos Rebollo también habían sido parados por la AFA para dirigir en la misma jornada con anterioridad.

Aquella vez en el encuentro entre San Lorenzo y Arsenal, Pompei convalidó dos de los cuatro goles del equipo visitante en posición fuera de juego, al margen del dudoso penal de Sebastián Méndez a José Luis Calderón, que derivó en la expulsión del defensor.

En dicho encuentro, Rebollo fue el asistente responsable en no marcar la posición fuera de juego de Martín Andrizzi en el tanto que significó el 2-2 parcial, y luego el ex Boca se interpuso en la trayectoria del remate de Diego Villar, en el 2-3. Luego de ese encuentro Pompei le pidió oficialmente a la AFA que no le asigne nunca más a Rebollo como su juez de línea.

Por su parte Gabriel Favale también fue muy cuestionado luego del encuentro entre Racing y Lanús , cuando le anuló un gol al equipo local tras una supuesta posición adelantada que no existió, marcada por su asistente Gilberto Taddeo.

Esperemos que los arbitrajes no continúen siendo tan influyentes de manera negativa en el campeonato, sobretodo porque son pocos los puntos que separan a muchos equipos y una mala decisión puede ser determinante para el futuro de los clubes.

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